Durante la campaña electoral de 2015, el actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, anunció que la inversión en Ciencia y Tecnología se duplicaría durante su gestión. Hoy, a pocos meses del inicio de la nueva campaña presidencial, desde este medio nos propusimos analizar los números en dicha materia no solo durante la gestión de Cambiemos, sino de los últimos diez años comparados con la región.
Palabra del Secretario
Consultado sobre el número actual de inversión en Ciencia y Tecnología con respecto al PBI, el Secretario de Ciencia Lino Baraño estimó que “debería estar en más o menos 0,5% del PBI” en declaraciones al Diario Clarín.
“Tratamos de minimizar el impacto negativo que tiene una crisis económica de esta magnitud inesperada” afirmó Barañao y agregó que hoy una de las prioridades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) es “mantener ingresos a la carrera de investigador”.
No obstante, aunque este año los ingresos a la carrera de investigador del CONICET fueron de 450, “4 veces más de ingresos de los que tiene España hoy”, según consigna el secretario, solo cumplió con el 17% de los de los postulantes.
Los números de Ciencia
El Instituto Nacional de Estadística y Censos, sin embargo, no refleja es sus datos la afirmación del ministro: en el año 2018, la inversión en Ciencia y Tecnología se redujo al 0,25% (ver Ilustración 1) del PBI siendo el número más bajo de los últimos diez años y se estima que durante este año la cifra sea menor.
Es cierto que el área de Ciencia no fue la única perjudicada en los recortes y también es cierto que el gobierno de Cambiemos adjudica la necesidad de reducir gastos al enorme déficit fiscal que recibieron del gobierno anterior. No obstante, no solo hubo menos fondos destinados desde nación para el área, sino que se redujo su participación en el presupuesto nacional al 1.28% en el 2018, siendo el número más bajo desde la crisis del 2001.
Cuando comparamos con el gobierno anterior, sin duda hay una sustancial diferencia en la materia; tomando como referencia los primeros tres años de cada gestión, la ex Presidente Cristina Fernández de Kirchner asumió con menos del 0,3% del gasto en Ciencia y Tecnología con relación al PBI y lo llevó al 0,36% (ver Ilustración 2). En dirección contraria, la gestión dirigida por el Presidente Macri comenzó con una inversión del 0,36% para reducirla hasta el 0,25% en los primeros tres años, una cifra menor a la heredara por su antecesora.
¿Realmente invertimos en ciencia?
Los datos demuestran que el gobierno actual redujo los números en Ciencia y Tecnología a estándares que no se veían hace más de diez años. Sin embargo, tampoco es correcta la afirmación de que Argentina invirtió en ciencia durante la gestión de Kirchner.
Según un informe de la Red Iberoamericana de Inversión en Ciencia y Tecnología, que mide la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), el estado argentino financia en un 73,1% el gasto en I+D mientras que el sector empresario lo hace en un 18,2%, un número mayor que en países de la región como Brasil, donde el estado financia el 55,5% del gasto.
Pero aquello no es suficiente para que el país tenga una inversión sustancial en I+D, que representa solo el 0,53% del PBI, muy lejos del 1,27% de Brasil o 2,74% de Estados Unidos (ver Ilustración 3).
Argentina se encuentra en el 6to lugar entre los países de América relevados por el informe, aun así, su performance no llega a sobrepasar el promedio de América Latina y el Caribe que se ubica en el 0,68% a pesar de que el estado Argentino es uno de los mayores inversores en esta temática en la región.
Podemos afirmar que el país es el tercer mayor inversor en I+D de América Latina superando ampliamente a países limítrofes como Chile, pero sería ignorar el contexto regional y mundial, cuando los estándares se elevan, al menos, por sobre el 1%.
En consecuencia, observar los datos de inversión de la Argentina durante los últimos diez años nos da un acercamiento a las iniciativas políticas de cada gestión, pero cuando llevamos dichos datos a un contexto más amplio, sin duda podemos contrastar que nunca hubo una intención de invertir en Ciencia y Tecnología en Argentina.
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