Desde el retorno de la democracia hasta el día de hoy la pobreza y sus consecuencias dentro de la sociedad argentina han sido tema de debate social y electoral año tras año. Si bien, cada 4 años toma protagonismo en todas las propuestas de campaña, durante estos últimos años bajo el gobierno de Mauricio Macri resultó ser un tema que la oposición remarcó fuertemente en las críticas a la gestión. Según el informe técnico Incidencia de la pobreza y la indigencia en el segundo semestre del 2018 del INDEC el 32% de las personas está por debajo de la línea de pobreza mientras que el 6,7% es considerado indigente.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) considera que una persona es pobre cuando no puede satisfacer necesidades alimentarias y no alimentarias como por ejemplo vestimenta, transporte, acceso a la educación y salud, con el total del ingreso que recibe en el hogar. Este valor calculado se llama canasta básica total y en diciembre del 2018 se fijó en $8.250,43 para la región del Gran Buenos Aires y se estima que existe una brecha de 38,9% entre el ingreso promedio y el de la línea de pobreza.
En cuanto a la indigencia, el INDEC categoriza a las personas y hogares que no llegan a alcanzar los ingresos suficientes para acceder a una canasta de alimentos que cubra un mínimo de necesidades energéticas y proteicas. Para esta categoría en diciembre del 2018 se necesitó en la región del Gran Buenos Aires un mínimo de $3.300,17 para no ser considerado dentro de esta condición.
Dentro del grupo de indigentes, los niños son los que más la sufren. Según la Encuesta permanente de hogares, la franja etaria de entre 0 a 14 años representa a la mayor parte de las personas en situación de indigencia con el 35,8% del total. La imposibilidad de acceder a una canasta de alimentos variada y de calidad provoca que, en pleno desarrollo neuronal y físico, estos niños que necesitan de nutrientes para desarrollarse no lo puedan hacer de manera provechosa y suficiente, lo cual le generará a largo plazo problemas en la concentración, memoria y desarrollo cognitivo provocando una baja en el rendimiento escolar y abandono temprano del mismo. Esta cuestión contribuye a que el 42% de los niños argentinos no terminen el secundario en tiempo y forma como invoca el Ministerio de Educación de la Nación.
Personas divididas en rango etario bajo la línea de indigencia en Argentina. Fuente: INDEC
La principal consecuencia que caracteriza a las personas bajo la línea de pobreza es no poder acceder a una alimentación completa. UNICEF advierte que la alimentación en los primeros 1.000 días de un bebe son críticos y fundamentales para el correcto desarrollo del sistema nervioso central. Si durante este tiempo, el niño no recibe una adecuada ingesta de nutrientes y estimulación adecuada, puede presentar deficiencias cognitivas que llevaran al niño a vivir en una situación de desigualdad y falta de oportunidades a lo largo de su vida, la cual le imposibilita salir de la situación de pobreza y ascender en la pirámide socio-económica.
La Fundación CONIN, una organización sin fines de lucro que trabaja para erradicar la desnutrición en Argentina aseguró bajo su Programa Nacional de Detección de Malnutrición, Promoción Humana y Capacitación Nutricional que el 35% de los niños menores de 10 años asisten a comedores infantiles para realizar al menos 1 comida al día y dentro de los menores a 5 años se ha comprobado un déficit alimentario grave en un porcentaje de entre el 25% y 45% según la región del país.
Las regiones del Noreste y Pampeanas son las más pobres, llegando a sobrepasar el 40% de pobreza en sus provincias mientras que la región de la Patagonia es la que menos índices de pobreza presenta, pero a su vez no descienden del 18%.
En termino de porcentajes la provincia más golpeada es Corrientes ya que casi la mitad de las personas vive bajo la línea de pobreza. Según el INDEC el 49,3% de la provincia vive bajo estas condiciones. En el mismo informe, se puede dar cuenta de las desigualdades que provoca el contraste de los grandes polos urbanos. El Gran Buenos Aires, integrado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos del GBA es la región más rica, productiva y comercial del país, pero a su vez es la que mayor cantidad de personas tiene bajo la línea de pobreza. En el segundo semestre del 2018 se calcularon más de 4 millones de personas en la pobreza y aproximadamente 1 millón de personas bajo la línea de indigencia.
Personas bajo la linea de la indigencia en porcentaje. Fuente: INDEC
Es importante resaltar que Corrientes, la provincia que mayor índice de pobreza tiene, no ha logrado descender de un promedio del 40,5% de personas bajo la línea de pobreza en los últimos 5 semestres al igual que Santiago del Estero que ha rondado en un promedio de 42,2% en los últimos semestres. Si bien, Santiago del Estero supera el porcentaje en proyección a Corrientes, esta presento en el último semestre un 49,3% de personas bajo la pobreza mientras que Santiago del Estero un 38,9%, es por esto que a datos del ultimo semestre Corrientes es la región más pobre del país.
Por: Evelyn Sobrero
Fuente: INDEC, Fundación CONIN y UNICEF.