El 4 de abril del 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó un artículo donde expresa su preocupación por el avance de la obesidad infantil en países Latinoamericanos, colocando a Argentina, Colombia y Perú encabezan la lista de mayor el incremento.
La obesidad infantil junto al sedentarismo entre los 3 y hasta los 13 años, constituyen uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI. Hasta hace algunos años estos factores eran percibidos como un problema de los países desarrollados.
En la actualidad el escenario ha cambiado radicalmente y la epidemia se ha extendido a una velocidad alarmante a los países de bajos y medianos ingresos, particularmente en las grandes ciudades.
No todos los niños con kilos de más tienen sobrepeso u obesidad. Algunos tienen estructuras corporales más grandes que la estructura promedio. Además, los niños almacenan diferentes cantidades de grasa corporal en las distintas etapas de desarrollo. Por lo tanto, es posible que no se sepa a simple vista si el peso es un problema de salud de nuestros hijos.
La OMS determina que el Índice de Masa Corporal proporciona una referencia de peso en relación con la altura, es la medida aceptada del sobrepeso y la obesidad. El médico puede usar las tablas de crecimiento, el IMC y, si es necesario, otras pruebas para ayudar a determinar si el peso de nuestros hijos puede plantear problemas de salud.
En el siguiente informe además, revela numerosas razones por las cuales se da este aumento:
Sólo el 17,6% de los niños entre 3 a 13 años consume 5 porciones diarias de frutas y verduras
La mitad de los niños de esa edad consume 2 o más bebidas azucaradas por día
Solo en 1 de cada 4 escuelas se ofrecen frutas y verduras en los kioscos
8 de cada 10 escuelas ofrecen bebidas azucaradas.
Sumado a una seguidilla de hábitos negativos que comprometan la salud alimenticia de los niños, la OMS señala una alerta en la baja producción de actividad física.
Se asume, que el avance tecnológico y el mayor acceso a celulares, computador, tablets y el exceso de tv, son actividades que reemplazaron el juego de carácter físico y los deportes en los niños.
En relación a la educación, la obesidad infantil y adolescente implica mayores tasas de ausentismo en las escuelas, discriminación entre compañeros y menor rendimiento escolar.
Es importante el rol del adulto frente a esta situación, ya que los niños se encuentran en un aprendizaje constante y corre por parte de los mayores, reflejar y enseñar los buenos hábitos alimenticios.
Básicamente para evitar enfermedades tempranas como la diabetes, hipertensión o insuficiencia cardiaca. Por último, cualquier duda o consulta que tengan sobre este tema, para tener información detallada y la OMS les aconseja consultar a un médico nutricionista.
Por: Guillermina Bavaro
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